domingo, junio 28, 2009

L'Orchestre des Hommes Orchestre

El grupo canadiense L'Orchestre des Hommes Orchestre lleva desde el año 2002 refinando un espectáculo basado en el repertorio de Tom Waits que, a juzgar por este vídeo, es espectacular. No se lo pierdan si pasan por Quebec...

"Tom Waits encaja perfectamente con el tipo de objetos que ponemos en escena y con nuestra actitud", explica Bruno Bouchard, uno de los cuatro multiinstrumentistas que forman la banda. "No pretendemos imitarlo y no es un homenaje, pero respetamos las canciones y el público las reconoce".

jueves, junio 25, 2009

Las fotografías de Jenny Lens

La fotógrafa Jenny Lens tiene a la venta en su página web una colección de fotografías de Tom Waits tomadas principalmente en el verano de 1979, en diferentes backstages y estudios de grabación.

domingo, junio 21, 2009

¿No ves que estoy conduciendo? ¡Véte a molestar a Leonard Cohen!

He aquí un fragmento de la conferencia que la escritora Elizabeth Gilbert dio sobre la creatividad en la última convención TED (Technology, Entertainment, Design).

Hacia el minuto 12:30, Gilbert, que hizo una excelente entrevista a Waits en el año 2002 para la revista GQ, habla de cómo el artista se las arregla con las canciones que le vienen a la cabeza en momentos inoportunos. 

viernes, junio 19, 2009

The Waitress, con Atmosphere

El duo de hip hop Atmosphere hablan sobre la colaboración de Tom Waits en el tema The Waitress de su disco When Life Gives You Lemons, You Paint That Shit Gold.





No intentó apropiarse de la canción, y eso me encantó”, dice Slug. “Simplemente buscó el lugar donde encajaba, y no tenía por qué ser difícil o extraño. No fue algo forzado. Le dije: ‘Si piensas que puedes añadir algo, estupendo. Si no, no intentes forzarlo’. ¿Y cada cuánto consigues que Tom Waits haga beatboxing en una canción tuya?”

Slug y Ant sabían que el tema de la canción era muy waitsiano, pero no se atrevían a pedirle al hijo de Waits, del que Slug es amigo desde hace años, que les pusiese en contacto con su legendario padre. Cuando ya estaban terminando la grabación Slug se decidió a hacerlo y, para su alivio, Casey Waits estuvo encantado de servir de enlace entre los dos artistas.


Incluso consideramos la posibilidad de no poner su nombre en los créditos”, confiesa Slug. “No trabajamos con él para obtener buenas críticas o vender más discos. Al final pensé que al menos debería poner T. Waits para que cuando sea viejo y tenga Alzheimer pueda mirar la carátula y decir, ‘Hey, hice una canción con el jodido Tom Waits!’

El disco debutó en el número 5 del Billboard, vendiendo más de 36.000 copias en la primera semana, una cifra considerable para un grupo de rap independiente. Pero Atmosphere se han ganado una leal base de seguidores a lo largo de años girando por pequeñas universidades y ciudades a las que las grandes estrellas normalmente no se acercan y con iniciativas como la de ofrecer discos gratis a través de Internet.

jueves, junio 18, 2009

Reedición del single de Replacements I'll be you / Date to Church


Se ha reeditado en edición limitada de 1.000 unidades el single en vinilo de The Replacements I'll Be You / Date to Church.  Tom Waits interviene en la Cara B de este single editado originalmente en 1989. 

I'll Be You aparecía en el disco de The Replacements Don't Tell a Soul, mientras que la canción en la que colaboró Waits, Date to Church, no apareció en ningún elepé de aquella época.

domingo, junio 14, 2009

Hey Bob, soy Tom

Tom Waits lleva tiempo contribuyendo al programa de radio que presenta Bob Dylan (Theme Time Radio Hour) con algunas intervenciones sobre temas de todo tipo. El amigo Nigel Smith se ha tomado ahora la molestia de recopilar algunas de ellas en su blog Carnival Saloon. Y nosotros se lo agradecemos. Aquí tienen al señor Waits explicándole al señor Dylan fascinantes detalles sobre los rayos X, pies femeninos, especies de pájaros extintas, maldiciones judías...


jueves, junio 04, 2009

El verano en que drenaron el lago del parque MacArthur

Algunos fragmentos de la entrevista sobre los inicios de su carrera que Tom Waits concedió a la revista GQ y que apareció publicada en marzo de este año.

Para alguien que quería meterse en el mundo de la música, era la Tierra de Oz. Estaba haciendo autostop con mi guitarra y me recogió un tipo llamado Eden Ahbez. ¿Sabes quién es? Escribió una canción titulada Nature Boy. (canta) There was a boy / a very strange enchanted boy / and he travelled far, very far. Fue un gran éxito para Frank Sinatra y Nat King Cole y mucha otra gente. Iba en una vieja furgoneta Volkswagen. El pelo le llegaba por la cintura.

Eso me animó. De alguna manera me reafirmó; me cogió alguien que realmente staba en el negocio. Alguien que, dentro de mi cabeza, estaba realmente en el negocio. Que había escrito una canción que significaba algo. Así que aquello fue uno de esos momentos definitorios. 

Hacía audiciones en el Trobadour. Si acampabas a la puerta en la mañana del lunes a eso de las ocho y te quedabas allí hasta las seis, cuando abrían las puertas, te apuntaban para la sesión de micrófono abierto, y podías plantarte delante de un público profesional y tocar tres canciones. Lo hacía con mucha frecuencia. Era un buen negocio. Podías conocer a alguien que estuviese en el negocio, que podría llegar a hacer algo por ti. Esa era la idea.


GQ: Con qué tipo de gente hacías cola?
De todo tipo. Una familia mexicana al completo, una banda familiar, una familia completa de cantantes. Y también podía estar un tipo que tocaba la trompeta, que había hecho autostop desde San Francisco y había tomado LSD. Cómicos de la vieja escuela. Actrices. Había una atmósfera vodevilesca. Y el mismo Doug Weston (dueño del Troubadour) era un personaje en sí mismo. Media más de dos metros, y salía al escenario desnudo y recitaba La Canción de Amor de J. Alfred Prufrock, ya sabes, el poema de Eliot. Vi a Miles Davis en el Troubadour. Vi a Little Richard en el Whisky y a Muddy Waters en el Roxy.

Pero supongo que principalmente yo estaba allí por la vida que había por debajo de todo eso, ¿sabes? Era mucho más valiente en aquellos tiempos. Tenía un Cadillac del 54 que tenía problemas de seguridad continuamente. Hechaba una humareda, no estaba registrado, estaba siempre sucio. Tenía agujeros de bala en las ventanas. Me tenían que remolcar muchas veces. Todo era una gran aventura para mí. Podía ir a cualquier sitio.



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(El Tropicana) costaba nueve dólares la noche. Al final me mudé allí, cogí un apartamento en la parte trasera. Me quedé varios años.
Estaba siempre en la carretera, así que cuando volvía a casa simplemente parecía razonable quedarme en un hotel, porque era allí donde me alojaba el resto del tiempo. Se hizo bastante famoso como hotel para bandas, porque tenía un precio razonable y estaba en medio de todos los clubes. Prácticamente podías ir andando. Los Ramones solían alojarse en el Trop. Elvis Costello. Tim Hardin solía alojarse en el Tropicana. Muchas bandas distintas.
Pero en aquel tiempo no era realmente un hotel de músicos. Había sobre todo hombres de negocios del Medio Oeste. O vendedores de sombreros. O gente intentando hacerse un hueco en la industria de los libros infantiles. O prostitutas. O camellos. 

Estaba intentando tener una auténtica experiencia artística. Eso era lo que realmente quería. Tenía un piano en la cocina, y en aquel tiempo me pasaba toda la noche levantado y dormía la mitad del día.

¿Podías tocar el piano toda la noche?
Nadie me molestaba

Probablemente pasaban cosas peores por la noche…
Por Dios, sí.

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Probablemente debería haberme cambiado el nombre. Hubiera sido mucho más fácil para mí. Porque tienes que intentar averiguar qué es lo que hay de auténtico en ti y qué es lo que tienes que inventarte. A la mayor parte de la gente no le importa si les estás diciendo la verdad o les estás contando una mentira, siempre y cuando les entretengas. Eso lo descubres muy rápido. Puedes decirle a alguien que solías trabajar en el circo, o en un matadero, o que conducías el camión de los helados, o que trabajabas en el hipódromo. No le importa demasiado a nadie. Todo el mundo vende su historia. Inventada o real, eso no importa.

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Me acuerdo del verano cuando drenaron el lago del parque MacArthur. Encontraron innumerables restos de esqueletos, y armas de fuego, y vehículos. Espadas y cuchillos.

Phil Ochs había cambiado su nombre a John Train y llevaba una espada samurai y dormía en las vías del tren en Santa Monica Boulevard, en frente del Troubadour.