Los Blue Valentines homenajearon la figura de Tom Waits
HUESCA.- La segunda parada en Huesca del ciclo de canción de autor "A Cántaros" trajo al Centro Cultural del Matadero a los Blue Valentines, la única banda española de tributo a Tom Waits que existe, y es que enfrentarse a la vasta obra de Waits es un desafío mayúsculo dada su complejidad.
En principio el mismo nombre del grupo, Blue Valentines, tomado del título de uno de sus grandes discos de los setenta, probablemente el mejor junto a "Small Changes" de su primera época, indica una apuesta por el sonido de club nocturno de jazz que cultivaba Waits en aquel entonces, antes que por sus posteriores aventuras cinematográficas o sus experimentaciones con instrumentos manipulados o directamente inventados, como aquel piano "sentimentalmente desbaratado" llamado cromolodión, pero el concierto fue recorriendo hábilmente todas las etapas del artista californiano.
Para empezar, el cantante, Ernesto Cossío consigue solventar con éxito uno de los principales retos que plantea Tom Waits: su peculiar y personalísima voz, y lo hace de manera excepcional, sin histrionismos ni sobreactuación, logrando ese tono de lobo-feroz-pero sentimental, heredado de Howlin" Wolf o Screamin" Jay Hawkins, tan necesario para afrontar sus canciones. A partir de ahí, todo es más sencillo si además te acompañan unos músicos excelentes, Pablo Posa a la batería y percusión, Pep Balasch a los teclados y Coco Balasch, al que ya pudimos ver la pasada semana acompañando a Joaquín Carbonell, al contrabajo.
Abrieron con un tema relativamente reciente, "Tabletop Joe", al que dotaron de un cierto aire circense o cabaretero, acorde con la historia de la canción, y "The Heart Of The Saturday Night", una melancólica historia de coches y chicas, uno de sus grandes clásicos, el tema que daba título a su segundo disco (1974) que fue el primero en el que Waits adoptó su personaje de "outsider", de cronista de los bajos fondos, de vagabundo que recorre el lado oscuro de América manifestando su extrañeza ante el mundo que le rodea con un espíritu que le acerca a los relatos de Raymond Carver, la pinturas de Edward Hopper o a los poetas de la Generación Beat.
Siguieron con una potente lectura de "Down In The Hole", un magnífico tema que suena en los títulos de crédito de la impactante serie de televisión "The Wire", haciendo referencias a algunas frases de Waits, como esa que dice que el Diablo es Dios cuando bebe, o el viejo axioma de que la memoria es la patria de la felicidad, para continuar con "Chocolate Jesus", irónica visión de la experiencia religiosa que Waits definió en su día como una canción infantil.
En "Blue Valentine", la hermosa balada que da nombre al grupo, Ernesto Cossío se queda solo en el escenario con su guitarra en un momento muy emotivo, que contrasta con la exhuberancia de "Rain Dogs", con un arreglo de marimba que evoca las bandas sonoras de Nino Rota, antes de terminar con otra de sus clásicas, "Cold Cold Ground" adornada con una melódica, y un tema más reciente, "Temptation", donde se lucen el contrabajo y la batería con sus respectivos solos.
Y en el bis otra de las grandes, "Downtown Train", una canción donde Waits mostraba una épica muy a lo Bruce Springsteen, quien es uno de sus grandes admiradores. De hecho, en su día versionó la magnífica "Jersey Girl", que los Blue Valentines atacaron con pasión para cerrar definitivamente una estupenda tarde de domingo.