- ¿Cuál fue la cosa más divertida que te ocurrió haciendo fotos?
- ¿Hay algo más divertido que una orgía en una sesión fotográfica de Tommy Bolin? Una noche vi a Tom Waits y John Belushi peleándose por el suelo del lavabo de hombres del Roxy, en medio de un combate de wrestling. Siempre nos estábamos riendo.
La revista Ruta 66 publica en su número de verano (Nº229) la segunda parte de un reportaje de Jordi Pujol Nadal dedicado a la escena singer-songwriter de Los Ángeles en los años 70. Se me escapó la primera parte, pero esta segunda entrega incluye entrevistas a la escritora Philomene Long, el productor Peter Asher, el fotógrafo Jimmy Watchell, el batería Russ Kunkel y la groupie Pamela Des Barres. Además, también se hace un repaso a los principales músicos de sesión de la época y a los locales más emblemáticos de la ciudad, como The Troubadour, donde Waits consiguió su primer contrato discográfico, o el Tropicana Motel, donde vivió durante varios años en la segunda mitad de los 70:
TROPICANA (Sunset Monica Boulevard, 8585). El reverso de Laurel Canyon. Los días gloriosos del Tropicana acabaron de forma abrupta con la muerte de Janis Joplin. Cuando Waits se mudó al motel menos elegante de Hollywood, era poco más que una sombra de lo que había sido. En vez de groupies y estrellas como Jim Morrison o Andy Warwhol, ahora sólo había mórbidos melómanos obsesionados con dormir en la suite donde Janis fue hallada sin vida y tipos que si no estaban al margen de la ley poco les faltaba. Las toallas apenas se cambiaban y la piscina la terminaron pintando de negro para no tener que pintarla tan a menudo. El apartamento de Waits, dos habitaciones en la parte trasera, no desentonaba para nada con la tónica general: decenas de libros, revistas, cervezas vacías, manuscritos y portadas de discos se apilaban formando un muro que iba del piano a la nevera, de la nevera al sofá y del sofá a la cama. ¿El alquiler? Nueve miserables dólares por noche. La infinidad de leyendas que circularon acerca de la vida bohemia que el joven Tom llevaba entre esas paredes restituyeron el honor del Tropicana y volvieron a situarlo dentro del mapamundi del rock. Siguiendo su ejemplo, fueron muchos los que a lo largo de la década se establecieron aquí por más o menos tiempo. Entre otros y sin orden cronológico, Zevon, Buckingham y Nicks, Chuck E. Weiss, Rickie Lee Jones y los Heartbreakers de Tom Petty. Muy popular fue, también, el garito del Tropicana, Duke's Coffee Shop, después trasladado al lado del Whisky-A-Go-Go.
- ¿Hay algo más divertido que una orgía en una sesión fotográfica de Tommy Bolin? Una noche vi a Tom Waits y John Belushi peleándose por el suelo del lavabo de hombres del Roxy, en medio de un combate de wrestling. Siempre nos estábamos riendo.
Jimmy Watchell
La revista Ruta 66 publica en su número de verano (Nº229) la segunda parte de un reportaje de Jordi Pujol Nadal dedicado a la escena singer-songwriter de Los Ángeles en los años 70. Se me escapó la primera parte, pero esta segunda entrega incluye entrevistas a la escritora Philomene Long, el productor Peter Asher, el fotógrafo Jimmy Watchell, el batería Russ Kunkel y la groupie Pamela Des Barres. Además, también se hace un repaso a los principales músicos de sesión de la época y a los locales más emblemáticos de la ciudad, como The Troubadour, donde Waits consiguió su primer contrato discográfico, o el Tropicana Motel, donde vivió durante varios años en la segunda mitad de los 70:
TROPICANA (Sunset Monica Boulevard, 8585). El reverso de Laurel Canyon. Los días gloriosos del Tropicana acabaron de forma abrupta con la muerte de Janis Joplin. Cuando Waits se mudó al motel menos elegante de Hollywood, era poco más que una sombra de lo que había sido. En vez de groupies y estrellas como Jim Morrison o Andy Warwhol, ahora sólo había mórbidos melómanos obsesionados con dormir en la suite donde Janis fue hallada sin vida y tipos que si no estaban al margen de la ley poco les faltaba. Las toallas apenas se cambiaban y la piscina la terminaron pintando de negro para no tener que pintarla tan a menudo. El apartamento de Waits, dos habitaciones en la parte trasera, no desentonaba para nada con la tónica general: decenas de libros, revistas, cervezas vacías, manuscritos y portadas de discos se apilaban formando un muro que iba del piano a la nevera, de la nevera al sofá y del sofá a la cama. ¿El alquiler? Nueve miserables dólares por noche. La infinidad de leyendas que circularon acerca de la vida bohemia que el joven Tom llevaba entre esas paredes restituyeron el honor del Tropicana y volvieron a situarlo dentro del mapamundi del rock. Siguiendo su ejemplo, fueron muchos los que a lo largo de la década se establecieron aquí por más o menos tiempo. Entre otros y sin orden cronológico, Zevon, Buckingham y Nicks, Chuck E. Weiss, Rickie Lee Jones y los Heartbreakers de Tom Petty. Muy popular fue, también, el garito del Tropicana, Duke's Coffee Shop, después trasladado al lado del Whisky-A-Go-Go.
2 comentarios:
9 dolares en los 70
cuanto seria ahora ????
ahora no se puede vivir ni en una pension
hombre, pues nueve dólares por noche son 270 dólares de los 70 al mes. a mí no me parece tan barato para vivir en esa pocilga :D
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